Pregunta Monumental: ¿Cómo son los lugares de la memoria en el futuro de las ciudades?

¿Cuál es la historia que cuenta el espacio público de tu ciudad? ¿Quiénes son las personas honradas en los monumentos dispersos por ella? Problemas como estos han dado lugar a una serie de insurgencias en los últimos años en varias ciudades. Las nociones de memoria y representación han ampliado la reflexión sobre qué narrativa construimos en nuestros espacios, hecho que ha desencadenado una pregunta urbana para el futuro: después de todo, ¿qué queremos recordar -u olvidar- a través de los símbolos que construimos -o destruimos- en las ciudades?

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Estatua del general Lee en Richmond, Virginia. Cortesía de Richmond DSA a través de Flickr, con licencia CC BY 2.0

La transformación de hechos o personajes históricos en monumentos tiende a contribuir a narraciones que se dicen heroicas, temas que se consideran dignos de entrar en el imaginario colectivo cuando se ven a diario en el tránsito por la ciudad. Sin embargo, ¿qué representan realmente? En São Paulo, por ejemplo, de los 199 monumentos con formas humanas, 169 representan formas masculinas, de los cuales 137 serían personas blancas¹, lo que demuestra la discrepancia con figuras femeninas o de otras razas.

La representatividad es una palabra clave para entender por qué los movimientos sociales se han comprometido cada vez más con los símbolos que constituyen una ciudad y lo que realmente representan para el colectivo. Si la representación universal es utópica, es necesario que los discursos de diferentes colectivos sean capaces de transformar el pensamiento para revolucionar la forma en que vemos, interactuamos y construimos los lugares de memoria y monumentos en el espacio público: cuando el discurso se convierte en objeto.

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Una estatua del general confederado Robert E. Lee se retira el 19 de mayo de 2017 de Lee Circle en Nueva Orleans. Lee fue el último de cuatro monumentos a figuras de la era confederada que se eliminó en virtud de una votación del Ayuntamiento de 2015 sobre una propuesta del alcalde Mitch Landrieu. © Abdazizar bajo licencia CC BY-SA 4.0

El crítico alemán Andreas Huyssen ya despertó la curiosidad por los países con culturas guiadas por un deliberado antimonumentalismo antifascista recurriendo a dimensiones monumentales durante la década de 1990². Después de todo, ¿por qué adoptar la escala monumental para tratar de redimirse de algo que la utilizó como herramienta? Afortunadamente, la respuesta a la "seducción monumental" planteada por el autor parece estar llegando a su fin y, entre las vicisitudes de la memoria, el lenguaje común de un monumento y de lo que suele representar parece tener los días contados en la construcción simbólica de ciudades.

Con el colapso de este lenguaje, viene el desafío de cómo espacializar la narrativa sin homogeneizar los discursos, ya que no hay forma de neutralizar la cultura. En un intento de discurso en busca de lo "neutral", algunos pueden incluso preguntarse eso cuestionando el hecho de que borrando la memoria del opresor se borra también la memoria del oprimido. Cuestión que surge guiada por una falsa asimetría, pues proporcionalmente es mucho mayor la cantidad de monumentos otorgados a personajes que se convirtieron en "héroes" -precisamente por la opresión de otros pueblos y culturas- ante otros colectivos que se invisibilizan en el espacio. O simplemente la prioridad otorgada solo al hombre blanco, como se ve en el caso de São Paulo y en la mayoría de las ciudades occidentales, demuestra cómo en una disputa narrativa, los opresores o personas en el poder tienen una ventaja mucho mayor, ya que dominan las áreas públicas al mismo tiempo que manifiestan la historia de sus "victorias" y así conquistar también el imaginario colectivo.

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"Brasil Tierra Indígena" por Denilson Baniwa en el Monumento a las Banderas © Coletivo Coletores

Esta inmensa cantidad de memoriales y homenajes al pasado refuerzan y exaltan episodios de gran violencia de siglos anteriores. En busca de un reequilibrio o una mayor discusión en torno a la hegemonía que plantean estas obras, se han realizado varias intervenciones, hasta el punto de destruirlas. Episodios que plantearon la duda de qué lugar debían ocupar y si debían existir en la ciudad o no.

Ya han surgido algunos ejemplos que traen diferentes formas de lidiar con el trauma que estas imágenes pueden causar. Hay corrientes que defienden la construcción de contramonumentos o incluso de monumentos horizontales, que se oponen a la imposición que da una escultura, vertical y fálica, que utiliza su altura para puntuar un dogma en el contexto insertado. Un ejemplo de este caso es el Homomonumento, realizado en Amsterdam como un espacio de resistencia y homenaje a la población LGBTQIA+.

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Homomonumento en Ámsterdam. Autor: Geert-Jan Edelenbosch, CC BY-SA 4.0, a través de Wikimedia Commons

Otra posibilidad, además de la destrucción, es llevar estos monumentos a un museo o a un parque donde se puedan guardar y contextualizar sus historias, para que dejen de ser una verdad implícita y unilateral. O, incluso, actualizarlas para plantear nuevas cuestiones simbólicas que tensionen la realidad que estas imágenes insisten en marcar, como hizo el artista indígena Denilson Baniwa al intervenir en el Monumento às Bandeiras, en São Paulo, con la obra Brasil Terra Indígena.

Según Hélio Menezes, curador de la exposición 'Vozes Contra o Racismo', que presentó la obra, "aún en el intento de aplastar literal y simbólicamente el monumento y a través de los procesos de exclusión de la ciudad, que son altamente racializados, escenarios y seres que son sustraídos y excluidos de la ciudad se reproyectan en imágenes sobre el hormigón que la construye". En el caso de la obra citada, "imágenes de plantas, seres espirituales, animales indígenas primordiales -que, en palabras del propio Baniwa, siguen viviendo allí, solo que no están en el plano visible- ascienden lentamente sobre el descolorido monumento, que se vuelve apenas perceptible por los contornos del objeto escultórico". Así, una imagen que representa un recuerdo extremadamente violento se borra momentáneamente para convertirse en telón de fondo de un nuevo mensaje que exalta todo lo que los homenajeados de la escultura han violado en el pasado.

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"Brasil Tierra Indígena" por Denilson Baniwa en el Monumento a las Banderas © Coletivo Coletores

Es cierto que una sola intervención no deshace todo el poder de una escultura que ha perpetuado el imaginario colectivo durante décadas, pero a través de acciones y debates en torno al monumento es posible actualizar sus significados y traer nuevas reflexiones a la memoria colectiva, para transformar el futuro. Todo ello, se eliminen o no.

Hoy, varias ciudades se esfuerzan por concebir algunas reparaciones históricas, es decir, reconocen un pasado de error y buscan, a través de actos intencionalmente públicos, demostrar un deseo de cambio y retractación del pasado. Y, en ese sentido, la discusión en torno a la monumentalización y la disputa por el campo de la memoria es parte del proceso de denuncia que ha llevado a esta actitud. Al fin y al cabo, estos lugares de memoria van más allá de la identidad de una sola persona, y esto permite que, entre los posibles conflictos que narran, se favorezcan interlocuciones que atraviesan varias capas para encontrar un lugar común que busque horizontes de una ciudad más democrática.

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La estatua de Robert Milligan fuera del Museo de los Docklands de Londres el 9 de junio de 2020. Autor: Chris McKenna. Licenciado bajo Creative Commons Attribution-Share Alike 4.0 International. Vía Wikimedia Commons.

¹ Datos extraídos de la encuesta "¿Qué historias nos cuentan las ciudades? La presencia negra en los espacios públicos de São Paulo" realizada por el Instituto Pólis en noviembre de 2020.

² HUYSSEN, Andreas. Seducción Monumental. En: HUYSSEN, Andreas. Seducidos por la memoria: arquitectura, monumentos, medios. Río de Janeiro: Aeroplano, 2000. p. 41-66.

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Sobre este autor/a
Cita: Delaqua, Victor. "Pregunta Monumental: ¿Cómo son los lugares de la memoria en el futuro de las ciudades?" [Questão monumental: como ficam os lugares de memória no futuro das cidades?] 09 ago 2022. ArchDaily México. (Trad. Rojas, Piedad) Accedido el . <https://www.archdaily.mx/mx/986358/pregunta-monumental-como-son-los-lugares-de-memoria-en-el-futuro-de-las-ciudades> ISSN 0719-8914

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